Ingredientes

agua
pimientos rojos
sal
tarros con tapa esterilizados
vinagre (opcional)

Preparación

Asar los pimientos, enteros, a las brasas, o más fácil, en una parrilla o plancha, girándolos para que se asen por igual, a fuego vivo. Una vez la piel esté quemada por igual, se retiran y se van echando en un recipiente con agua fría.

Una vez enfriados, quitar la piel, el tallo y las semillas. Con los dedos, hacer tiras gruesas. Se enjuagan un poco y se escaldan poniéndolos en un recipiente, cubriendo con agua hirviendo, dejando que reposen durante 5 minutos. Escurrir y dejar enfriar cubiertos de un poco de agua fría.

Esterilizar los frascos y las tapas. Una vez secos llenarlos con los pimientos, bien apretados. Cubrir con agua, añadiendo media cucharadita de sal en cada bote y un par de cucharadas de vinagre, lo que mejorará la conservación.

Para esterilizar los botes, taparlos herméticamente y colocarlos en una olla, cubrir de agua hasta el nivel justo por debajo de la tapa. Tapar la olla, acercar al fuego y dejar que cuezan 45 minutos a fuego lento medio. Apagar el fuego, destapar la olla y dejar templar.

Cuando se puedan manipular sin que quemen, comprobar que las tapas están herméticas (costará abrirlas con una presión débil). Dejar enfriar por completo y guardar en lugar seco y fresco, alejado de la luz, en una despensa o mueble adecuado.