½ cucharada sopera de cacao sin azúcares añadidos
½ cucharadita de fécula de maíz (cucharilla de café)
2 cucharadas soperas de semillas de Chía
2 cucharaditas de sirope de agave (cucharilla de café)
3 cucharadas soperas de agua
12,5 cl de leche de soja
100 gr de frutos rojos frescos o congelados
125 gr de yogur natural de soja
½ cucharadita de fécula de maíz (cucharilla de café)
2 cucharadas soperas de semillas de Chía
2 cucharaditas de sirope de agave (cucharilla de café)
3 cucharadas soperas de agua
12,5 cl de leche de soja
100 gr de frutos rojos frescos o congelados
125 gr de yogur natural de soja
Preparación
Mezclar las semillas de chía con la leche de soja, el cacao en polvo y el sirope de agave.
Reservar durante 1 hora en la nevera.
Si los frutos rojos están congelados, calentarlos en una cacerola pequeña, y si son frescos bastará con lavarlos y secarlos bien.
En un recipiente, mezclar la fécula de maíz con 3 cucharadas soperas de agua.
Añadir la mezcla a la cacerola de los frutos rojos y dejar que hierva unos minutos.
Después retirar del fuego y reservar un rato.
Echar la mezcla en el recipiente en el que se vaya a servir, y alternar una capa de chía, otra de yogur, otra de frutos rojos.
Decorar la parte superior con unos cuantos frutos rojos picaditos.
Reservar durante 1 hora en la nevera.
Si los frutos rojos están congelados, calentarlos en una cacerola pequeña, y si son frescos bastará con lavarlos y secarlos bien.
En un recipiente, mezclar la fécula de maíz con 3 cucharadas soperas de agua.
Añadir la mezcla a la cacerola de los frutos rojos y dejar que hierva unos minutos.
Después retirar del fuego y reservar un rato.
Echar la mezcla en el recipiente en el que se vaya a servir, y alternar una capa de chía, otra de yogur, otra de frutos rojos.
Decorar la parte superior con unos cuantos frutos rojos picaditos.
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