Ingredientes

½ cucharadita de sal
1 y ½ cucharadita de café de esencia de vainilla
1 y ½ cucharadita de café de levadura química
3 huevos
6 cucharadas de mantequilla
120 g de fresas
140 g de azúcar
150 g de queso cremoso
240 g de harina
240 ml de leche

Preparación

Precalentar el horno a 220ºC.

Para la crema de queso

En un recipiente poner el queso cremoso junto con 40 gr de azúcar, un huevo batido y ½ cucharadita de esencia de vainilla. Remover todo bien hasta que quede homogéneo. Reservar.

Para la masa

Poner los ingredientes secos, la harina, levadura, sal y azúcar en un recipiente y hacer un especie de volcán.

Coger la mantequilla y darle un golpe de calor (ya sea en el microondas o en una sartén) para que se vuelva una pomada. Añadir la leche, los huevos y la cucharada de esencia de vainilla, remover bien e incorporar en el recipiente del “volcán” de ingredientes secos.

Batir suavemente para incorporar unos ingredientes con otros, pero no en exceso, es decir, que los ingredientes secos se empapen,en el resultado final es probable que queden grumos, esto no importa.

Añadir las fresas troceadas y remover ligeramente.

Preparar la bandeja de muffins, rellenar cada cápsula de muffin sin llegar al borde dejando algo de margen. Echar un par de cucharadas de la crema de queso preparada al principio. Llevar la bandeja en el horno, durante unos 20 minutos o hasta que al pinchar, la masa no está cruda. A los 5-6 minutos de horneado, bajar la temperatura a 190º C, hacer este cambio de temperatura para crear el efecto burbuja dentro y así el muffin suba y quede con un aspecto de “copete” y se haga bien por dentro sin quedarse duro por fuera.

Al sacarlas del horno, dejar reposar en la bandeja 5 minutos antes de desmoldar y entonces dejar enfriar sobre una rejilla.

Servir.