Hacer con el queso ocho trozos rectangulares de 1cm. de grosor aproximadamente.
Unir los trozos de queso de dos en dos, clavando en medio varios piñones.
Rebozar el queso relleno de piñones con harina y huevo.
Meter al congelador durante una hora.
Transcurrido ese tiempo, freír el queso con aceite bien caliente.
Para el pomodoro, escaldar los tomates en agua hirviendo durante unos segundos. Refrescarlos, quitarles la piel y las pepitas y cortarlos.
Poner en una sartén el ajo picado, el vino blanco y las hojas de albahaca.
Agregar el tomate.
Cocinar la salsa.
Para el aceite de albahaca, mezclar bien albahaca picada y aceite de oliva.
Servir el plato con el pomodoro de base, el queso relleno y un poco del aceite de albahaca por encima.
Decorar con un chorrito de vinagre.