Para la masa:

Cortar la mantequilla en trozos pequeños y mezclarla con todos los ingredientes secos. (En el recipiente de la batidora o en el recipiente del procesador. En caso de no tener ninguno de los dos, se pueden mezclar manualmente).

Una vez ya se ha mezclado la masa con los ingredientes secos  agregar el huevo.

Amasar con la mano o incorporar la mezcla en la batidora/procesador hasta volver la masa húmeda y homogénea.

Envolver  la masa en papel transparente  y refrigerarla por dos horas.

Una vez  la masa ha sido refrigerada por dos horas, en la superficie de la mesa, rociar la harina de trigo y con ayuda de un rodillo estirar la masa  sobre la harina, de tal manera que ésta quede redonda como el molde. Hay que tener  en cuenta que la masa debe quedar 2 cm más grande que la superficie o base del molde.

Poner la masa en la superficie del molde pegarla con los yemas de los dedos  y después  con ayuda del rodillo, cortar la masa sobrante. (Debe quedar un ángulo de 90 grados entre la base y el borde).

Una vez la masa ha sido puesta en el molde, se debe congelar por una hora.

Finalmente,  sacar la masa del congelador y hornearla a 170°C por 20 minutos. (No preocuparse si la masa queda cruda ya que se terminará de hornear una vez tenga el relleno listo. Reservar la masa que quede para hacer un enrejado el cual cubrirá el relleno.

Para el relleno:

Cortar el ruibarbo en julianas (sólo utilizar la parte roja).

Retirar la piel y el corazón de las manzanas y cortarlas en cuadrados de dos por dos centímetros.

Hacer un caramelo con azúcar y la vaina de vainilla.

Una vez hecho el caramelo, agregar el ruibarbo y cocinar hasta la mezcla se vuelva una compota.

Agregar las manzanas y la miel a la mezcla. Cocinar a fuego alto por cinco minutos. (la manzana no debe quedar muy suave ya que su cocción termina en el horno).

Introducir la mezcla de las manzanas y ruibarbo en la masa a media cocción, hacer una rejilla  con la masa restante y ponerla sobre la tarta, sellar los bordes haciendo presión, pincelar con huevo y rociar con azúcar morena.

Hornear a 170°C hasta dorar.

Se recomienda comerla tibia y acompañarla con helado de vainilla además de una deliciosa  taza de té.